Cuando se ha tenido un imprevisto que requiere de cierta inversión económica o se va a impulsar un proyecto que necesita una inyección de liquidez para poder arrancar, a menudo los préstamos en linea son la mejor opción.

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Existen dos formas fundamentales de obtener el dinero que se necesita: a través de un crédito bancario o a través de un crédito no bancario. El primero es aquel que se solicita a una entidad bancaria que, tras analizar si se cumple con las condiciones impuestas por la misma, decidirá aprobar o denegar la concesión del crédito. Este tipo de préstamos también son conocidos bajo el nombre de créditos al consumo ordinario.

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Por otra parte, los créditos no bancarios son los que se piden a una entidad privada prestamista o entidad de crédito que se encarga de gestionar todo el proceso de forma rápida y efectiva. Estos créditos se caracterizan por la rapidez con la que el dinero se deposita en su cuenta –por lo general, menos de 24 horas- y se diferencian de los créditos bancarios en que suele haber menos requisitos para su concesión. Habitualmente, basta con registrarse en la página web de la compañía, que tramitará el préstamo tan pronto como verifique la identidad del prestatario. Este proceso se realiza 100% en línea.

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En definitiva, sea cual sea la opción elegida, además del montante total del préstamo otorgado, se deberán pagar los intereses que la entidad bancaria o, en su caso, prestamista, haya fijado en el contrato de crédito para su devolución, así como una determinada cantidad extra en concepto de servicios de gestión y administración. En cualquier caso, una vez que el préstamo online sea aprobado, recibirá el dinero en su cuenta corriente en un corto espacio de tiempo, tras el cual podrá disponer de él de la forma que más le convenga.